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lunes, 26 de octubre de 2009

Amor y tantas cosas


El Alcazar (Córdoba)

Amor entre la escarcha de una mañana fría.
Amor en el ocaso de una noche vacía.
Amor en los recuerdos de pasiones vividas.
Amor entre la gente de una ciudad dormida.
Amor entre las flores, amor entre los días.
Amor que torna amor a ilusiones perdidas.
Amor que enlazas vidas, amor desesperado.
Amor que vuelve en si un por qué inacabado.
Amor en la lujuria, amor sin sentimientos.
Amor que pierde amor con el paso del tiempo.
Amor sin condición, sin duda razonable.
Amor que puede herir sin hallar un culpable.
Amor entre las sombras de una calle perdida.
Amor que muerde el tiempo, amor sin compañía.
Amor en los ardores de un vomito de furia.
Amor que frustra amor bajo una luz de luna.
Amor en la penumbra sobre un lecho vacío.
Amor que corre el cuerpo como un escalofrío.
Amor que aclara brumas, amor que pisa el aire.
Amor en las cenizas de un rescoldo que arde.
Amor en la venganza de una crueldad impía.
Amor hecho girones que bosteza perfidia.
Amor en la armonía en el son del silencio.
Amor entre dos bocas, amor en unos besos.
Amor que yace inerte en pétalos marchitos.
Amor en los guijarros de un arroyo de olvido.
Amor en la agonía que grita al estupor,

¿Donde hallarte, pregunto? Amor, amor…., mi amor.

lunes, 19 de octubre de 2009

Madre amada

Mi madre hermosa

¡Vida que mi vida te llevas!
¡Vida que tú vida me das!
Permíteme hurgar en tus recuerdos
y arrancar un trocito de tiempo,
donde poder volverla a abrazar.
Te has ido mi madre amada,
tan silenciosa y discreta como siempre viviste,
mis ojos no han podido llorarte,
pero mi corazón yace partido en dos.
Te vas y una parte de mi, se va contigo.
La distancia no me permitió,
disfrutar tus blancos años,
tanto como hubiese deseado.
Como tampoco me ha permitido,
tomar tus manos en el último momento,
apretarte fuerte contra mi corazón,
poner en tu mejilla un último beso,
dulce- amargo como la despedida,
o el dolor del adiós para siempre.
Escruto mis sentidos arañando recuerdos.
Los arrastro impaciente hasta momentos felices,
en que podía disfrutar de ti, de tu cariño,
donde sentir el calor de tus brazos
y la ternura de unos besos llenos de amor.
Qué gran vacío dejas en mi, mi madre amada.
Que inmensurable dolor es no tenerte.
Busco tu cara en todo cuanto miro,
mas la razón me dice que te has ido
y lloro aun sin las saladas lágrimas,
un adiós, que perdido en la distancia,
no pudo despertar y se quedo dormido.

Con todo mi amor para mi madre buena, uno de los
grandes pilares en mi vida, que se marcho sin poder
darle ni tan solo un último beso de despedida.

Amor roto


¿Como le hablo vida mía, yo a la vida?
De este caos en mi mente sin razón,
golpe a golpe tengo roto el corazón,
estoy sangrando sin poder cerrar la herida.

¡Mi amor vuelve en ti aunque sea tarde!
Perdido voy, sin razón ante tu ausencia,
quema mi sangre cruel esta impotencia,
que invencible en mis esquemas arde.

De un cómo y un porque ahora lejano.
Espejismo y furor de ciencias rotas.
Pasaje en qué esperas sosegar en vano.

Furor de años dormidos, errados sin sabores.
Desgarro sentimientos en mi alma eclipsada.
Brumas de indiferencia, reflexiones frustradas.

No puedo llorar aunque lo intento,
esta desnuda noche larga, fría,
en que grito tu nombre, ¡vida mía!
al eco lastimero de un lamento

Tras los viejos reproches crece una vida,
que germinó en silencio semilla de un amor.
En mis labios vacíos ya no aflora el clamor.
Rebusco en la penumbra la claridad perdida.

Rescoldos de una nana nunca cantada.
Recuerdo, melancolía, de una triste canción.
Partitura de amor estrofa inacabada,

Respiro en mí vivir un banal sentimiento.
Amarro los recuerdos pero huyen de mi.
Bebo en lágrimas negras rencor sin fundamento.

Niña de ojos verdes



Como una paloma que vuela en silencio.
Como luz de luna que al alba se duerme.
Pasa cada día junto a mi ventana,
la preciosa niña de los ojos verdes.

Camina serena con gracia y donaire.
Su risa es un trino que al viento se pierde.
Como una sirena ondea su pelo,
la preciosa niña de los ojos verdes.

La veo pasar y observo su cara,
radiante, feliz, hermosa, alegre…
Espera el amor dormida en su infancia,
la preciosa niña de los ojos verdes.

¿Mas..., qué está pasando que no he vuelto a verla?
Se escuchan rumores que en ecos se pierden.
En un cruel acto perdió su inocencia,
la preciosa niña de los ojos verdes.

La veo pasar junto a mi ventana.
Pero ya no canta ni sonríe alegre.
Guarda entre sollozos su eterno pesar,
la preciosa niña de los ojos verdes.

Va pasando el tiempo y aflora en su vientre,
una flor que nace tras los nueve meses.
Al sentirse madre vuelve a ser feliz,
la preciosa niña de los ojos verdes.

Suspira cantando al son de una nana.
Olvida rumores que en ecos se pierden.
Su boca de nácar vuelve a sonreír.
Sueña amores nuevos que su alma llenen.
No le importa el mundo, volverá a vivir,
la preciosa niña de los ojos verdes.