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lunes, 24 de enero de 2011

Los ruiseñores


En el valle junto al rio, entre pinares y cedros,
canta alegre un ruiseñor en la rama de un almendro.
En el rojo atardecer, cuando el ocaso es un manto,
le canta a su ruiseñora el más bello de los cantos.

La espera con ilusión, cuando la tarde descansa,
emanan como un perfume los trinos de su garganta.
Ella escucha embelesada, entre alondras y jilgueros,
vuela veloz hasta el nido donde la espera un, te quiero.

Disfrutan todo su amor, volando libres al viento
mas, un día sin razón, quebraron todos sus sueños.
A ella la encarcelaron, en una cárcel sin tiempo.

El valle gritó la ira, la montaña su dolor,
el rio lavó el lamento de aquel pobre ruiseñor.
Llora lágrimas de ausencia, vive en un triste penar,
le robaron a su amada y ya no puede cantar.

Suenan trinos lastimeros que al viento hacen llorar,
el almendro deshojado solo escucha su pesar:
¡Hay, mi linda ruiseñora! ¿Quien sabe dónde estarás?
Mis ojos se están secando de tanto, y tanto buscar:
¡Hay, mi ruiseñor amado! Como te añoro, en verdad,
hasta esta cárcel maldita no me llega tu cantar.

Los días pasan inciertos, las noches eternidad,
tiene un nudo en la garganta que le apaga su trinar.
Ella, llorando en su jaula, no para de preguntar:
¿Dónde estás mi amor? Ven pronto, que necesito volar.

Pobre ruiseñora hermosa ¿Dónde te llevó el azar?
Echo de menos tu arrullo y moriré si no estás.
Quisiera mi ruiseñor, de esta cárcel escapar,
volar libre junto a ti, de nuevo oírte cantar,
amarte más que te amo, si es que es posible amar, más.

Pero, va pasando el tiempo y el ruiseñor afligido,
desesperado y exhausto, sigue esperando en el nido,
así espera día tras día solo, triste y abatido.

La ruiseñora en su jaula, ni el cielo puede mirar,
extraña a su ruiseñor y añora su libertad.
encerrada en su prisión, murió de tanto penar,

En la rama del almendro en que duerme su pesar,
aquel pobre ruiseñor nunca más volvió a cantar,
llorando se preguntaba: ¿Mi amor cuando volverá?
Que si no vuelve a mi lado mi vida se apagará.
Y un opaco atardecer se murió de soledad.

jueves, 13 de enero de 2011

Mi tristeza



Porque esta tristeza en mi
sin tener razón de ser.
Quizás la edad que me
hace más vulnerable.
Tal vez la soledad de
una navidad compartida.
El recuerdo de los que no están
y que tanto echo de menos.
Los sueños que quedaron en el camino.

A veces como el ave Fénix
intento resurgir de mis cenizas y volar.
Me ciño unas alas de esperanza
e intento volar muy alto lejos de todo,
donde no me alcance la melancolía,
la rutina, o la desesperación.
Mas como Ícaro el sol deshace mis alas
y vuelvo a caer en el inmenso
vació de la incertidumbre,
al no saber el por qué de
esta tristeza que me atañe.

Como escapar de tantas preguntas,
tanto razonamiento, tanta cordura.
Tal vez un toque de locura pueda
hacer que todo sea diferente.
Dibujar castillos en el aire.
Viajar al país de nunca jamás.
Olvidar que soy mayor
que aún en mi vive la fantasía.
Volver a la niñez perdida.
Poder jugar con el tren eléctrico
que nunca llegué a tener.
Sentirme vivo, volver a soñar.

Pero sigo ante la duda de si este espiral
de locura, fantasía, cordura, será capaz
de cambiar la tristeza que ahora siento,
por una nueva ilusión.

Quizás el antídoto contra esta tristeza
sea, mirar hacia adelante
sin dejar de mirar atrás.
Valorar lo que tengo
y no lo que he perdido.
Amarrar la ilusión al día a día.
Llenar mi mundo de magia,
para que mi cuento se haga realidad
y la bruja de esta historia, llamada tristeza,
ya no tenga razón de ser en mi vida.
Que esta locura llamada fantasía,
dibuje en mi cara una nueva sonrisa
.

lunes, 3 de enero de 2011

Ya no te quiero


Hay que ver niña miá cuanto te quise,
cuantas veces te dije, mi amor te quiero,
se secaba mi boca al nombrarte tanto,
pero ahora tu nombre ni lo recuerdo,
he olvidado tus ojos de verde mar,
porque ya sabes niña que no te quiero

Te quise tanto y tanto que mi almohada,
sentía celos del roce de tu cabello,
Ya no duermo en tu pecho de madrugada,
porque ya sabes niña que no te quiero.

No deseo tus besos que son amargos,
ni tus manos tan frías cual puro hielo,
ya no me da tu boca su aliento dulce,
porque ya sabes niña que no te quiero.

He borrado la luna de nuestras noches,
también a las estrellas y hasta los sueños,
tu blanco despertar de nuestra cama,
porque ya sabes niña que no te quiero.

He pedido a mis labios que no te nombren,
a la lluvia que lave todos tus besos,
las sabanas de amor y las caricias,
porque ya sabes niña que no te quiero.

El rió de mi vida cambia de cauce.
pues no quiere acercarse a tu velero,
busca un mar de aguas claras en otros lares,
porque ya sabes niña que no te quiero.

Marchitaré las rosas que perfumaron,
nuestras tardes felices junto al almendro,
un ocaso sin luna robara tu sonrisa,
porque ya sabes niña que no te quiero.

He vivido por ti día tras día,
en un amor sin trabas, amor sincero,
te quise sin medida hasta la locura,
con el amor más puro y verdadero.
Te quise mas que a nadie mas que a mi mismo,
pero ahora mi niña, ya....., no te quiero.