En la penumbra de una noche sin recuerdos
sentí que estabas aquí.
Mis ojos ansiosos navegaron sin rumbo hasta encontrarte.
Sorprendí a la lluvia acariciando tu cuerpo
y tuve celos...
Imaginé mis manos secando tu cabello,
rozando tu espalda...
En la oscuridad, tu silueta se perfilaba
cual escultura en un olimpo de perfección.Todo era perfecto, casi mágico...
Llené mis puños de silencio y me aferré al momento.
En la calle la lluvia seguía cayendo...
Cerré los ojos un instante para guardarte en mis recuerdos
pero al abrirlos, se apagó tu tiempo.Ya no estabas...
Por un momento, te busqué entre el vapor
que desprende la lluvia al golpear sobre el asfalto.
Quise llamarte y mi voz sonó en lamento,
al no tener un nombre con que hacerlo.
Me asalta la duda pensar si todo fue real
o tan sólo existes en mi imaginación.Tal vez un segundo de verdad, que me dice que estas ahí
aunque no consiga verte.
Una lágrima humedece en mis labios
un beso aún no nacido, pero añorado.Un hola que dice adiós, sin saludo ni despedida.
El destino intrigante juega con mis dudas y Eros,
con mis deseos de amarte.
Volví a cerrar los ojos en un último intento
pero al abrirlos de nuevo, todo se esfumó...Tan sólo la lluvia seguía cayendo....
